jueves, 8 de diciembre de 2016

SEXO Y DIABETES

¡Hola a todos!
Sexo... algo tan natural que incluso, en ocasiones, nos avergüenza hablar sobre ello con nuestros padres o ginecólogo. Sin embargo si se padece diabetes es muy conveniente tratar las dificultades sexuales y acudir al médico si siente que algo no va bien.
La diabetes nos hace propensos, sin un buen control, a elevar los niveles de azúcar de tal modo que nos genera con el tiempo graves complicaciones en nuestras zonas más íntimas. A continuación os voy a mostrar algunas de ellas:

  • En los hombres:

El principal problema en los hombre es la imposibilidad de tener una erección o lo que se conoce como disfunción eréctil y puede originarse debido a que la sangre no llega bien al miembro viril por exceso de coagulación, obstruyendo los pequeños vasos. Para asegurarse de que esa es la causa, hay

que acudir al médico para confirmarlo o buscar otros motivos como bien pueden ser: la próstata, el consumo de determinados fármacos (por ejemplo, los antihipertensivos) o problemas neurológicos.

  • En las mujeres:
En las mujeres ocurre lo mismo que en los hombres: la micro-circulación es insuficiente para el riego de la vagina o el clítoris por lo que el placer es mucho menor o incluso puede llegar a la inapetencia sexual. Además la sequedad vaginal por causas neurológicas resulta un gran problema a la hora del
acto, aunque puede ser atribuible a la edad o a la menopausia. 
Otra dificultad añadida son las infecciones urinarias o de la vía sexual que aparecen frecuentemente y sin tratamiento provocan dolor, aumentando las probabilidades de contagio a la pareja. Estas infecciones pueden ser controladas manteniendo unos buenos niveles de glucosa en sangre.




Todas estas afecciones desencadenan frustración y miedo, miedo al dolor que pueda sentir ella, miedo a que no haya erección, miedo a mostrarse desinteresado por la falta de placer, miedo a rehuir del sexo...
Para evitarlo es mejor hablar sin tapujos de lo que nos ocurre con un especialista y nuestra pareja para buscar la mejor de las soluciones, y si la complicación es de gravedad seguro que al menos se puede prevenir que vaya a más.



¡Espero que os haya sido de ayuda!

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