La tecnología avanza a pasos agigantados y con ella, como no, también la medicina. Es por es que hoy os quiero hablar a cerca de un invento que puede acabar revolucionando el panorama actual de la sanidad y cambiando por completo la vida de muchos diabéticos tipo 1: el páncreas artificial.
Este es un dispositivo que se encarga de monitorizar los niveles de azúcar en en torrente sanguíneo y liberar, según la concentración de glucosa, una cierta cantidad de insulina que permita la entrada de los hidratos de carbono hacia el interior de las células. Por lo tanto, se puede decir que este aparato desempeña la función que realizaría el páncreas de esa persona si fuese capaz de producir insulina de calidad. Así mismo, la persona puede controlar en todo momento la máquina a través de una aplicación que puede descargar en su teléfono móvil.
La mayoría de las ventajas residen en la comodidad y libertad que presenta para el paciente, teniéndose que olvidar de pincharse diariamente para controlar la glucemia y siéndole liberada la cantidad de insulina que en realidad necesita. De todas formas, es verdad que el tener implantado un dispositivo similar al de una bomba de insulina puede suponer una molestia, sobre todo con los más jóvenes.
Aún así, todavía se siguen haciendo estudios a cerca de su buen funcionamiento, métodos de mejora... por lo cual no se espera que salga al mercado hasta principios de este año que entra en Estados Unidos y 2018 en el resto de países de la unión europea.
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