miércoles, 30 de noviembre de 2016

SUPERALIMENTOS: TOMATES

Hoy vamos a inaugurar una nueva sección de entradas que voy a llamar: Los superalimentos de la diabetes.

La nutrición es algo muy importante y esencial en nuestra vida. Muchos alimentos son capaces de prevenir la aparición de ciertas enfermedades, reducir sus efectos y potenciar ciertas capacidades. Ahora es cuando uno se pregunta ¿existirán superalimentos, aquellos que proporcionan una alimentación óptima?... Y en nuestro caso ¿superalimentos diabéticos? Pues sí, señoras y señores, existen. Así que hoy vamos a dar comienzo a nuestra lista con un archiconocido alimento: el tomate.

El tomate fue  cultivado por los Aztecas y los Incas hace miles de años; mucho tiempo antes de la llegada de los Conquistadores Españoles. Cuando fue introducido a Europa, muchos creían que el tomate era venenoso. Cuando se dieron cuenta que era comestible e increíblemente deliciosa, esta fruta se propagó rápidamente por todo el mundo conocido.

En la actualidad, se consumen más de 130 millones de toneladas  tomate por año y  es ampliamente reconocido como un “superalimento,” debido a su  bajo Índice Glicémico (IG) y alto contenido de nutrientes. Se puede consumir cruda o cocida. La cocción no aumenta su IG. Sin embargo, al consumirlo en forma de salsas, ¡cuidado! Ten cuenta que la salsa de tomate fabricada comercialmente, tiene un IG extremadamente alto, debido a los aditivos que se le añaden.

El tomate tiene licopeno, un antioxidante, que ejerce un efecto protector frente a un gran número de problemas cardiacos, que viene maravillosamente para prevenir los efectos cardíacos que puede tener la diabetes.

Así mismo cuenta con gran cantidad de vitaminas (B, C y A), y además de tener pocas calorías y grasas, es ideal en dietas para bajar de peso, y como ya habéis pensado, ideal para prevenir la obesidad y con ello seguramente la diabetes tipo 2. Importante es a su vez su contenido en minerales.

Es muy bueno para ayudar en la digestión y no escatimemos su contenido en fibra (si quieres aprovecharlo al máximo no le quites la piel).

Y ahora, que habéis visto los numerosos beneficios de nuestro querido tomate, ¡¡¡a comerlo!!! Nos vemos pronto en otra entrada de superalimentos.

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