miércoles, 23 de noviembre de 2016

DIABETES EN NIÑOS

¡Hola a todos!
A menudo nos toca compartir el día a día con diabéticos capacitados para tomar el control de su enfermedad, pero ¿qué ocurre cuando se trata de niños?
Con los más pequeños es normal que en primera instancia nos surjan miles de dudas, nervios y caigamos en un mar de preocupación al no saber actuar correctamente. Es lógico. pues nadie nace aprendido, pero hay que intentar mantener la calma porque a día de hoy tenemos la suerte de contar con especialistas que nos darán las claves de la enfermedad.
¿Qué pasa si a una persona que nunca ha comido chocolate se lo quitas de repente? Eso es, absolutamente nada porque no adquirió el hábito y por lo tanto no tiene esa necesidad de comer el dulce. Pues igual sucede con los niños que desde una edad muy temprana son diagnosticados de diabetes, aceptan más los cambios, y para ello deben contar con el apoyo de la familia y un entorno organizado y positivo.
Desde un principio hay que aceptar y conocer lo mejor posible la enfermedad, sin llegar a abrumarse pero empezando por manejar el tratamiento inmediato que necesita el pequeño.
Para ello se debe contar con los "conocimientos básicos":
-Aplicación de insulina, control de las dosis, utlización de agujas.
-Conocer los términos hipoglucemia, hiperglucemia y acetona en la orina para poder detectarlos y tratarlos.
-Medir los niveles de azúcar en sangre y acetona en orina para llevar un control diario y prevenir complicaciones.
-Realización de ejercicio adecuado al niño, tomar control de glucemias e ingestión de alimentos antes y después de la actividad.
-Nutrición, conocer las equivalencias entre alimentos e hidratos de carbono, qué alimentos, cuándo y en qué cantidades se deben consumir.
Otra pregunta que surje con frecuencia es en qué momento los niños deberían comenzar a administrarse las inyecciones y a controlar su azúcar. A partir de los 12 años nos lo podemos plantear pero siempre va a depender de su estado de madurez. Debemos tener en cuenta que no todos afrontan la enfermedad de las misma forma y que siempre deben contar con el apoyo de un adulto.
A partir de los 15 años ya empiezan a tomar las riendas de la enfermedad y es imprescincible que conozcan antes los objetivos del tratamiento para una mayor involucración.
La actitud de la familia es fundamental en todo el proceso; no debemos sentirnos culpables o rendirnos ante lo desconocido. En su lugar, buscar ayuda, preguntar a sus médicos y especialistas o compartir sus experiencias con otras familias en la misma situación le dará más abrigo con la diabetes.
Todo es vital para que el niño comprenda lo importante que es un control temprano y desarrolle hábitos que le permitan llevar una vida saludable y sin complicaciones mayores.

¡Espero vuestro comentario!

Información disponible en:
http://clinidiabet.com/es/infodiabetes/educacion/viviendo/infantil/05a.htm

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